¿Quién no ha soñado con tocar el horizonte desde un castillo de cuento? Ese sueño tiene nombre de monte bello, ese sueño es Belmonte.
Belmonte es parte de la historia de España. Caminar por Belmonte es no sólo sumergirse en los inicios de la historia de nuestro país, es pasear por calles repletas de historia de caballeros, de Quijotes, pero sobre todo de Sanchos, de poesía, de literatura, de héroes libertarios, de musas, de espiritualidad,.. todo un pueblo encantador y con encanto.
Referencia cultural, Belmonte ofrece al visitante una experiencia singular, en la que nada escapa a sus deseos. Una experiencia aderezada con una rica gastronomía y regada con la bondad de los vinos manchegos.
Contemplar un atardecer en Belmonte, demuestra que el horizonte es infinito como lo son los colores de las tierra manchega, una paleta interminable de color que se sucede desde la tierra hasta el cielo. Todo un placer para los sentidos.
Todo esto y más es Belmonte, mi pueblo, mi tierra, abierta a todos desde el corazón de la Mancha, convertida en latido. Un latido que conquistará tu corazón si nos visitas.
Bienvenidos a Belmonte.